POR MARCOS SANTOS. – La semana pasada, durante un partido escenificado en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, un fanático del equipo de los Medias Blancas, le vociferó varias palabras al estelar pelotero dominicano Ketel Marte, y dichas palabras eran relacionadas con la fallecida madre del talentoso jugador del equipo con sede en el estado de Arizona.
La reacción del talentoso infield, fue llorar desconsoladamente, porque recordó a su madre fallecida en un accidente de tránsito ocurrido en la República Dominicana, y justamente, cuando él recibió esa infausta noticia, se encontraba en la llamada ciudad de los vientos.
Lo de Ketel Marte, no fue una demostración de debilidad, ni nada por el estilo, más bien, fue una reacción de darle rienda suelta a sus sentimientos, unos sentimientos muy nobles y que deben ser respetados por todos.
Fue muy triste ver en esas condiciones al nativo de Nizao, Baní.
Sin embargo, hubo una reacción muy rápida y oportuna por parte de la MLB.
La MLB decidió suspender la entrada de por vida a los estadios al susodicho e imprudente fanático.
En este caso de agresión, de burla, de acoso, hubo consecuencias inmediatas.
Y eso es lo que nos falta a nosotros como sociedad, tener un régimen de consecuencias contra aquellos que trasgreden nuestro marco jurídico.
Cuando en un país, el ciudadano le teme a la Ley, hay más garantías que los derechos y deberes de cada uno, será respetado, cosa que aquí no sucede.
Aquí en RD, llegamos al colmo que personas de dudosa reputación, ocupan posiciones en importantes estamentos de la sociedad.
Lamentablemente, desde algunos sectores del poder político, se comenten toda cosa de tropelía en contra de ciudadanos, sin ningún régimen de consecuencias, y eso algún día tendrá no muy lejano tendrá que cambiar.
Llegará el día, en que todos seamos iguales ante la Constitución de la República y las leyes de nuestro país.
Solo imaginarnos que, desde el mismísimo Congreso Nacional, tenemos personas, no todas, con un accionar delictivo, cuestionable, que ejecutan cualquier cosa para intentar amedrentar a sus críticos, y algo así es para espantarse.
Mientras tanto, reciba el gran pelotero dominicano Ketel Marte, nuestro abrazo, nuestro apoyo solidario, y que Dios le siga permitiendo seguir desarrollando todo su talento por el escenario de las Grandes Ligas.
¡Que así sea!
