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El asesinato de un alcalde mexicano lleva a Sheinbaum a reforzar su estrategia anticrimen

El asesinato a sangre fría de un alcalde que perseguía en persona a delincuentes en el oeste de México, ha impulsado a examinar a fondo la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Indignados ante el crimen de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, en el estado de Michoacán, decenas de manifestantes prendieron fuego edificios públicos en protestas realizadas el domingo y el lunes en diferentes ciudades de esa región.

Michoacán, con costas en el Pacífico y del tamaño de Costa Rica, es una importante región agrícola donde operan al menos cinco grupos narcotraficantes, encabezados por el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Manzo fue ultimado el sábado, en un evento público por la fiesta del Día de Muertos. Un gatillero evadió a la nutrida escolta del edil y le disparó en varias ocasiones.

«Era quien tenía la voz que todos nosotros esperábamos», dijo a la AFP la estudiante Sofía Caseres durante una protesta.

Su amigo de la adolescencia, el diputado local Carlos Bautista, definió a Manzo, quien habitualmente usaba un sombrero vaquero, como «un líder nato».

Bautista, productor de aguacate de 43 años, se integró al movimiento liderado por Manzo alrededor de 2018.

Poco después, denunció ante autoridades federales que narcotraficantes rondaban su huerta. Al día siguiente, una llamada anónima le advirtió «que no los anduviera acusando», contó vía telefónica a la AFP.

«Tenemos miedo, pero nos lo vamos a aguantar», afirmó.

Uruapan es el epicentro de la industria del aguacate en México. Las exportaciones a Estados Unidos de este cultivo generan unos 3,000 millones de dólares anuales.

Pero los productores agrícolas denuncian que se han vuelto blanco de extorsiones por parte de las mafias.

Dos semanas antes del crimen de Manzo, el líder de los limoneros en Michoacán, Bernardo Bravo, fue asesinado.

Inteligencia y coordinación

Tras estos sonados crímenes, Sheinbaum lanzó este martes un nuevo plan de seguridad para Michoacán, con labores conjuntas entre fuerzas federales y la fiscalía estatal para combatir los homicidios y las extorsiones.

La gobernante izquierdista presume una disminución en los asesinatos desde que asumió el poder en octubre de 2024. Las cifras oficiales muestran una caída en el promedio diario de homicidios de 86,9 en septiembre de aquel año a 59,5 en el mismo mes de 2025.

Pero analistas advierten que otras causas podrían explicar esta reducción.

Cuando un cártel domina un estado, esa zona se pacifica, señaló el especialista en seguridad David Saucedo.

El experto Eduardo Guerrero detalló esta hipótesis en el diario El Financiero, utilizando como ejemplo al estado de Guanajuato (centro), donde los homicidios han caído 61% a medida que el CJNG se ha vuelto dominante.

Al contrario, Michoacán es un territorio disputado por al menos cinco cárteles, dijo Saucedo.

Al priorizar las tareas de inteligencia y la coordinación entre fuerzas de seguridad y fiscalías, Sheinbaum busca alejarse de las estrategias de sus predecesores.

Felipe Calderón (2006-2012) lanzó una guerra frontal contra el narco que arrancó en Michoacán, donde su sucesor Peña Nieto (2012-2018) apostó por armar a grupos de autodefensas, en su mayoría productores agrícolas que se levantaron contra la delincuencia.

López Obrador, mentor y antecesor de Sheinbaum, optó por evitar los choques con las bandas bajo el lema «abrazos, no balazos», un abordaje fuertemente criticado por el alcalde Carlos Manzo, quien llamó a la policía local a «abatir» a los gatilleros que se resistiesen.

Intervención

La presión sobre Sheinbaum aumenta, no solo por parte de los mexicanos que exigen seguridad sino también desde el exterior. El presidente estadounidense Donald Trump ha ofrecido apoyo militar para combatir a los cárteles.

La mandataria ha rechazado esa propuesta, pero reportes de la cadena NBC indican que fuerzas de Estados Unidos ya entrenan para posibles operaciones en suelo mexicano.

En los últimos meses, Estados Unidos cambió la «retórica» que planteaba a México como un «problema» y no como un «socio» en el ámbito de la seguridad, aseguró Cecilia Farfán, jefa del observatorio de América del Norte de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.

Pero el asesinato de Manzo «sirve de evidencia» a quienes buscan «una intervención en México» por parte de Estados Unidos, advirtió.

AFP

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