¿Autoritarismo en Fuerza del Pueblo?

POR CRISTHIAN JIMENEZ.- Juan Bosch declaró vencida la misión histórica del PRD en 1973, diez años después de ganar la presidencia mediante elecciones, triunfo popular frustrado a los siete meses por un golpe de estado. El escritor y político se dedicó a la construir un partido que negara al que intentaba enterrar. (El PRD ganó las elecciones 5 años después en una coyuntura especial de hartazgo de sangre, represión y persecución balaguerista).
Un hermoso inicio formativo, pero en poco tiempo unos salían y otros eran expulsados. Bosch amenazada con abandonar la organización por la repetición de los viejos vicios, como la lucha grupal y guerritas de baja intensidad por espacios y ventajas. Se culpó a veleidades de “la pequeña burguesía”, que el también sociólogo empírico subdividió en varios textos hasta el infinito.
La llegada al poder en 1996, con los votos de Balaguer, agudizó las apetencias, reforzadas por las mañas aprendidas de los reformistas, que negaron el voto a los peledeistas en las elecciones del 98 y del año 2000. (Los que ignoran las razones del triunfo en l996 desconocen las causas de la derrota del 2000, graficó Leonel Fernández). Frenado el empuje por cuatro años, volverían con mayores bríos en 2004 y ya en 2007 era una división formal (“me venció el Estado”, grito de guerra de Danilo Medina).
Los dos grupos se consolidaron con sellos diferentes (Danilo: conmigo o en mi contra, mientras Leonel privilegiaba cercanía, afectos y prominencia y flexibilidad, a veces rayana en el desapego) hasta que Fernández se ve obligado a abrirle paso al “candidato natural”, quien gana “por la mínima” las elecciones del 2012. De inmediato tomó el látigo contra los leonelistas y los “traidores” del 2007. Reelección y la imposición de un inconsistente candidato danilista provocaron que Leonel saliera del PLD en 2020.
Fernández crea la Fuerza del Pueblo, que sería la negación de los vicios peledeistas, pero a la vuelta de 5 años asoman problemas que se critican en el “viejo” partido. Los cercanos, prominentes y los de mayor solidez económica, según dirigentes molestos con la situación, que dicen viene desde el proceso preelectoral. Cuestionamientos a métodos se selección de algunas candidaturas se saldaron con creación de otros espacios, como consolación.
La escogencia por voto directo de las bases fue sustituida por empoderamiento a organismos o ratificaciones colectivas. Todos validados en dirección política y solo 10 puestos a la escogencia directa, más dos de dedos, que alcanzaron los nueve con el exministro de Defensa, Soto Jiménez y el exjefe policial Candelier, a la cabeza. Las quejas no se hicieron esperar.
“La decisión de esta noche de Fuerza del Pueblo en donde sube a su Dirección Política a 9 de sus miembros, unos con muchos méritos, otros con ninguno; obliga a gente como yo a irme a un proceso de reflexión y análisis profundo”, escribió en su cuenta de X, Pedro Jiménez, periodista y abogado, dirigente de la organización.
A Pedro se sumaron otros dirigentes y miembros, además de comentaristas de radio y televisión, que enrostraron a FP hacer lo mismo que criticaron al PLD, negando espacio a jóvenes y veteranos de sobrados méritos, fundadores de la organización.
Las mayores críticas son contra la designación de Candelier, de los oficiales de línea dura, como Guzmán Fermín cuando fueron jefes de Policía. Este último fue escogido, entre los más votados para la dirección político, por sus compañeros de la dirección ejecutiva. Esto dolió a muchos.
¿Habrá interpretado Leonel que en estos tiempos, que muchos cambiarían democracia por seguridad, hay que enviar una señal de que se cuenta con figuras autoritarias capaces de asumir ese rol?
Enorme riesgo.





