Santiago. A la pesada carga económica que deben enfrentar los pacientes afectados por problemas renales, la unidad de hemodiálisis que funciona en un área separada del hospital regional José María Cabral y Báez, requiere ser terminada.
La denuncia fue hecha por familiares de los pacientes que reciben atenciones en la unidad, donde ni siquiera hay espacios disponibles para ellos esperar al paciente que se dializa. Aunque los pacientes aseguran que reciben buen trato en la unidad, la mayor queja es de los familiares por los altos costos que implica
Yubelis Fernández tiene un hermano que debe acudir varias veces a la semana a dializarse y aunque recibe de forma gratuita el medicamento denominado heparina y complejo B, al mes debe contar con un presupuesto de diez mil pesos para poder costear el resto. Esperan que las autoridades de salud aumenten las ayudas en medicina.
MIGUEL PONCE
