POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- Al fatídico año 2020 le quedan horas. Ha sido un año triste de crisis de la salud y la economía nunca vivido por generaciones. Sin embargo, no todo fue negativo para la República Dominicana. Nuestro pueblo, aún en condiciones muy adversas, salió a votar para defender la democracia que estaba seriamente amenazada por los planes ominosos de Danilo Medina y su camarilla de perpetuarse en el poder
El pueblo dominicano le dio una lección a quienes creían todo lo podían comprar con dinero y poder. Le dio una lección a los soberbios que se habían engrandecido como semidioses. El pueblo demostró que el verdadero poder reside en su voluntad expresada cada cuatro años. No valieron las manipulaciones, la intimidación y compra masivas de conciencias, ni las oprobiosas complicidades que se dieron en muchos niveles. Nuestro pueblo respondió como debía. Salvó su sistema democrático.
En esa suprema causa de defender la democracia quiero destacar el papel jugado por el Doctor Leonel Fernández. Fue su visión y conciencia histórica, su firmeza y determinación las que impidieron que se instaurara una dictadura en este año 2020.
Si Leonel Fernández no hubiera enfrentado valientemente el plan de reelección indefinida de Danilo Medina, éste se hubiera quedado en el poder. Lo hubiera logrado directamente o a través de un Presidente títere.
Esto, sin restar méritos en esa lucha al actual Presidente Luis Abinader quien también luchara firmemente por el respeto a la Constitución y fuera el beneficiario electoral.
Hoy, independientemente de diferencias políticas con el actual Gobierno, la verdad es que el país se siente otro sin la camarilla del Danilato en el poder. Su fe y esperanza en el porvenir se han renovado. Hay pluralidad de fuerzas en control congreso y CNM. Tenemos un Presidente digno, respetuoso de la democracia y de la disensión, con muy buenas intenciones de hacer las cosas bien.
Despedimos el 2020 llenos de esperanza en que el Año 2021 será un año de recuperación. Y que podremos unidos, con la ayuda de Dios, sortear con éxito el temporal de la Pandemia y sus graves secuelas sociales y económicas.
