San Francisco de Macorís.- El Gran Canciller y Rector de la Universidad Católica Nordestana (UCNE), Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, mostró preocupación por la inversión de valores que nos desconcierta, porque están siendo sustituidos por la imagen, las apariencias, la fama, el dinero y el prestigio por tener el puesto social que se ocupa en la sociedad.
El también Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, refirió que cuando habla de valores, no lo entiende como sinónimo de precio material, porque los valores son realidades simbólicas, que nos remiten a nuestros comportamientos éticos y morales, como puede ser el servicio, el amor, el respeto, el compartir, la alegría, entre otros.
“Tiene la persona un precio o un valor, se preguntó, respondiendo que “sí tiene un precio, en cuanto que hay hombres y mujeres capaces de vender su dignidad por un pica pollo o por un dólar y un borbotón de sangre, como decía el poeta nacional Pedro Mir”, agregando que sin embargo hay otros que son insobornables y no hay realidad material que les pueda hacer vender su conciencia.
Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, emitió sus consideraciones, al pronunciar el discurso central de la Séptima Versión de la Galería de los Valores, instituida por la Universidad Católica Nordestana (UCNE), donde tres familias francomacorisanas fueron reconocidas.
El Gran Canciller y Rector de la UCNE, significó que los valores han estado presentes a lo largo de todos los tiempos y en todas las culturas; en Grecia y en Roma, el valor supremo era el patriotismo, ya que todo ciudadano debía servir a la ciudad, en tanto que en Occidente los valores fundamentales eran la justicia, la verdad, la lealtad, la religión, el amor y la paz.
“En estos momentos y en cualquier latitud del universo, hay una inversión de los valores que nos desconciertan, porque están siendo sustituidos por la imagen, las apariencias, la fama, el dinero y el prestigio, por el tener el puesto social que se ocupa”, señaló.
Refirió que lo más preocupante es el impacto de los medios de comunicación, con su cultura digital que va marcando el ritmo y la educación de nuestros niños y jóvenes, “embelesados y dependientes del Facebook, del WhatsApp, de mi Twitter o el Instagram”.
“Ay Virgen de la Altagracia ¿dónde iremos a parar y cuál es el futuro que nos espera con el accionar de las redes sociales? Al señor que nos coja confesao”, manifestó.
Dijo que nos queda la investigación científica y la tecnología, dos grandes avances de la humanidad, pero al no tener referencia ética, todo va a favor del dominio, del poder y del dinero, por lo cual ahí están la mayoría de los científicos investigando ‘para nuevos armamentos y nuevos anticonceptivos para matar la vida.
Monseñor Mejía Vallejo añadió que por esos escenarios que nos toca vivir hoy, “ahí es donde tenemos que florecer, donde tenemos que hacer presentes los valores fundamentales de la justicia, de la convivencia, de la responsabilidad, del trabajo y de la honradez”.
“Tenemos que vencer la cultura del consumismo, del relativismo y del individualismo, dominada por la técnica de la manipulación que producen los hombres y mujeres pocos reflexivos, necesidades artificiales, culto al cuerpo, ansia de tener y de acumular, el deseo de marca de prestigio y de dinero fácil”, reseñó.
Francisco Calderón