Esperanza inútil
POR JUAN TAVERAS HERNANDEZ.- Esperanza inútil” es el título de una hermosa canción compuesta por el puertorriqueño Pedro Flores, compositor exquisito sin ser músico ni poeta, como él mismo admitió, que en principio hizo popular Daniel Santos y posteriormente Danny Rivera.
“Esperanza inútil, si ves que me engaño, ¿por qué no te mueres, porque no te mueres en mi corazón? “Esperanza inútil, flor de desconsuelo”. ¡Wao! Como dijera Danny, que “linda frase”.
Yo tenía esperanza de que en este país algún día hubiera justicia, que los ladrones del erario fueran sentados en “el banquillo de los acusados” -no importa su linaje, ni su abolengo- y terminaran sentenciados después de cumplido el “debido proceso” que tanto defienden ahora los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana y sus abogados desprovistos de todo sentido ético y moral.
Tenía una esperanza, muy vaga por cierto, de que en el caso de los sobornos admitidos por la empresa brasileña Odebrecht, los culpables fueran condenados. Esa empresa dijo haber dado 92 millones de dólares para diputados, senadores y funcionarios de los gobiernos del PLD, principalmente.
Luego nos enteramos de otros 30 o 40 millones de dólares, lo que le permitió obtener las obras más importantes del país, que eran sustancialmente sobrevaluadas. Pero los sobornados no aparecieron nunca. Los principales responsables políticos nadie los señaló ni los llamó como testigos, mucho menos los implicaron. Un manto de sombra cubrió la operación para garantizar la impunidad.
Mi esperanza se tornó inútil cuando la magistrada Mirian Germán, entonces presidenta de la sala penal de la Suprema, dijo que el expediente había sido elaborado sin pruebas, solo conjeturas, especulaciones, como, “quizás”, “tal vez”, “es posible”, “a lo mejor”, etc. Nada concreto. Se hizo a propósito, para encubrir a un grupo de delincuentes con saco y corbata.
El tiempo ha pasado del mismo modo que mi esperanza de justicia se desvanece, por más esfuerzos que hace el nuevo ministerio Público encabezado por la magistrada Germán.
Tanto los abogados de la defensa como los imputados, están convencidos de que no habrá condena, que el “carácter de la cosa irrevocablemente juzgada” terminará con la absolución de todos. Los que hemos seguido el proceso más o menos de cerca creemos que tienen razón, no porque sean inocentes, ¡no!, sino porque las pruebas no son tan contundentes ni tan concluyentes. De ser así, de ganar ellos, como es posible, será un duro golpe para el sistema judicial dominicano.
Mientras se diluye el caso, surgen otros escándalos de corrupción que involucran a ex funcionarios y dirigentes del PLD incluyendo al ex presidente Danilo Medina, a su entorno familiar y partidario más cercano.