POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- Para mañana martes está agendado en el Senado el proyecto de ley que contiene Nuevo Código Penal con el informe favorable de la comisión especial que lo estudió y recomendó aprobarlo sin modificaciones al ser recibido por el aprobado por la Cámara de Diputados.
Lo anterior significa que, de aprobarse mañana, podría ser convertido en ley, luego de ser promulgado antes del 16 agosto y convertirse en realidad una legislación clave para el combate de los crímenes y delitos en RD que tiene más de 20 años en discusión en el Congreso Nacional.
El Nuevo Código Penal, de ser aprobado, tendría el consenso del 99 % de su contenido. Sería un gran triunfo institucional del Presidente Abinader y su partido PRM con mayoría en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados.
La mayoría de los legisladores del PRM han manifestado su disposición de votar a favor del Nuevo Código Penal. Hay consenso en la opinión pública de que, de no aprobarse mañana y sea dejado perimir, el Nuevo Código permanecería en el limbo de 20 años en que ha estado. La responsabilidad política de un cambio de los Senadores del PRM dejando perimir el proyecto recaería sobre el Presidente Abinader.
Con respecto a las recomendaciones que ha hecho el Ministerio Público, igual que las propuestas que pueda presentar el gabinete infantil que preside la Primera Dama Raquel Arbaje para enriquecer la legislación penal de protección a la niñez, nada impide que sean incluidas en el proyecto de ley posterior que pueda presentar el poder ejecutivo. No tengo dudas de que la mayoría de esas nuevas iniciativas pueden ser aprobadas posteriormente con el consenso de otras fuerzas políticas representadas en el Congreso.
En todas las encuestas, el problema de la criminalidad en RD ocupa el primer lugar en la percepción de los dominicanos. Igual el de la lucha contra la corrupción. Para ambos temas, el país necesita su Nuevo Código Penal ya.
Los que más podrían celebrar que mañana martes no se apruebe el Nuevo Código Penal dejándolo perimir, manteniéndolo en un limbo, serían el crimen y la delincuencia. Ni siquiera el grupo abortero, que tanto ha presionado, tendría motivos para celebrar. El aborto se mantendría penalizado en el actual y viejo código que data del Siglo 19.
Ojalá y mañana tengamos aprobado el Nuevo Código Penal. Sería un gran triunfo de la nación y del mismo Presidente Abinader. Ojalá no lo convenzan de lo contrario. Dejar morir ese proyecto en esta legislatura y mantener el limbo no puede ser jamás una opción válida.
