Uso de tierras agrícolas para construcciones le preocupan mucho al Codia
El gremio advierte sobre lo riesgoso que puede ser, porque no siempre los terrenos cuentan con las condiciones
SANTO DOMINGO.- El Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia) advirtió que tiene serias preocupaciones al ver que el país se sigue tomando las tierras agrícolas para hacer grandes construcciones, especialmente por el peligro que eso representa.
La preocupación del gremio tiene razones de peso: “Hay suelos que no aguantan una construcción, dadas las características específicas que poseen”, explica Dolores Núñez, presidente del Codia, entrevistado en el desayuno de elCaribe y CDN.
El presidente de la organización, acudió al encuentro junto a Juan Villar, secretario general, y el director de prensa, Florentino Durán. Explicó que la ley que creó el colegio, que es la 61-60, del 11 de enero de 1963, dice que la institución es asesora del Estado y guardián del interés público en lo referente a ingeniería, arquitectura y agrimensura en República Dominicana.
“Hemos manejado eso como un norte y es nuestro estandarte. Hemos participado y siempre hemos actuado apegados a los mejores intereses de nuestro gremio y la participación de nuestros profesionales”, dijo Núñez.
Cuando se le pidió una valoración sobre la inversión del Gobierno en infraestructura vial y edificaciones y sobre la “nota o puntuación” que le otorga el Codia en esa materia, su respuesta fue: “Bueno, las inversiones en el Gobierno son bastante buenas”.
Indicó que hay muchas construcciones de escuelas, carreteras, puentes y viviendas, y que la organización entiende que el Gobierno ha ido cumpliendo con esa parte. “Creemos que ahí es que está el desarrollo de la construcción en República Dominicana”, apuntó.
Explicó que el Codia en sí no es supervisor de obras, y que hay dos leyes trascendentales que le sirven de soporte. Son la 61-60, la 62-01 y 62-00. “Velamos por el ejercicio profesional en República Dominicana de los ingenieros, los arquitectos y los agrimensores”, sostuvo.
Alrededor de 44,000 profesionales están colegiados en el Codia, y de esa membresía hay una participación activa en los sorteos de obras por parte del Estado.
La agrupación forma parte del Comité Técnico de Licitación y de varios consejos, con una participación siempre activa, defendiendo la clase profesional.
El país ha ido creciendo enormemente, pero a veces surge la interrogante de hasta dónde esto ese crecimiento ha sido fruto de la planificación.
El presidente de la institución “sombrilla” de los ingenieros, arquitectos y agrimensores, plantea que “siempre que hay desarrollo y un crecimiento, tanto en las grandes metrópolis, como en otros ámbitos, ahí está también participación activa del Gobierno y el sector privado.
Eso que dice, aplica fundamentalmente para la construcción, que, desde su punto de vista es donde se ha concentrado el mayor desarrollo de República Dominicana en los últimos 25 o 30 años. El principal dirigente del Codia aseguró que las normas de construcción son claras y precisas y hay asuntos de permisología y estudios.
“Ustedes saben que para hacer una obra tienen que estar listos los permisos de la no objeción de suelo, por parte de los ayuntamientos; el permiso de aprobación de planos, del Ministerio de Obras Públicas, los permisos del Ministerio de Medio Ambiente y los del Ministerio de Turismo, si se trata de una obra de índole turístico.
“Entendemos que se está cumpliendo con cada uno de los parámetros en las construcciones”, aseguró Dolores Núñez, respondiendo a una preguntas formuladas por la directora de CDN, Alba Nely Familia, quien dirigió la entrevista; Katherine Hernández, de la misma planta televisiva, así como las de Dalton Herrera, coordinador de elCaribe digital, y del autor de este escrito (Martín Polanco).
Sin embargo, el gremialista dejó claro que cada una de las instituciones encargadas de autorizar los permisos y demás trámites, deben prever todas y cada una de las circunstancias que puedan darse.
Hizo la salvedad, a propósito de preguntas sobre la condición y la capacidad de las distintas obras de construcción para aguantar, por ejemplo, la ocurrencia de un terremoto. “Esa es su misión y responsabilidad… de que esas obras realmente tengan un buen funcionamiento y buena terminación”, expuso.
El problema en escuelas
Recientemente, el director general de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) advirtió que las escuelas de este país no aguantarían un terremoto más e indicó que el ministro de Educación está al tanto de esto.
Resaltó lo importante que es corregir su vulnerabilidad sísmica y evitar que miles de niños puedan fallecer en caso de un terremoto.
El principal directivo del Codia explicó –hablando en términos generales- que a veces hay localidades donde los tipos de suelos no son los ideales para construir (como los de vocación agrícola a los que se refirió antes), pero resulta que ya se hizo un sorteo o una licitación y la obra hay que empezarla.
“Sucede ese tipo de cosas, pero nosotros, como Codia, siempre hemos dicho y argumentado que en todos los aspectos de las construcciones debe existir la permisología y los estudios que sustenten que todo está bien”, apuntó.
“Y para las escuelas ya construidas hay que hacer los estudios y verificar cómo se puede manejar (…). Pero entendemos que todo puede tener solución y ahí, tanto nosotros como las instituciones que tienen que ver con eso, podríamos buscar soluciones y puntos de avenencias para que las cosas salgan bien”, dijo.
El presidente del Codia se refirió al evento que provocó el desplome de una parte del techo del local del gremio, en la Zona Colonial.
“Ahí lo que pasó, con la empresa que construye un hotel boutique al lado nuestro, y que provocó el problema, es que había de todo, menos ingeniería. Cuando llegamos como junta directiva ya esa obra estaba en proceso. Solicitamos la permisología y no han entregado nada”, dijo.
Los daños de la edificación, ubicada en la calle Padre Billini casi esquina Isabel La Católica, fueron a nivel interno. Es decir, que la fachada quedó intacta y los daños no son visibles del exterior.
El Codia informó que está en litis con el constructor del hotel boutique y habrá un sometimiento en su momento. “Ahí no había permiso de ninguna índole. Ellos no nos han podido llevar eso. Ellos plantean que van a cubrir los daños”, expresó Núñez.
Y agregó: “El mismo día del derrumbe, que fue viernes 10, varias horas antes –a las 3:00 de la tarde del mismo día- habíamos tenido una reunión con algunos de los incumbentes de la constructora del hotel”.
La organización dijo que no entiende como la Dirección de Patrimonio Monumental y el Cabildo del Distrito, que debe dar el permiso de uso de suelo han permitido eso, ni como el Ministerio de Turismo, de la Vivienda y el de Medio Ambiente también dejaron pasar esa obra. Los permisos ellos no han podido presentarlos aún, a pesar de que se los hemos pedido”, aseguró Dolores.
El Codia explicó que no está facultado para detener obras, porque eso es potestad del ayuntamiento y del Ministerio de Obras Públicas.
La construcción cuestionada por los ingenieros, arquitectos y agrimensores tiene alrededor de tres años que inició, calcula Dolores Núñez.
“Nosotros, como Junta Directiva del Codia nos juramentamos el 14 de agosto del pasado año y el día 15 ya estábamos solicitando documentaciones a la citada empresa, que es Constructora Noval, y todavía no hemos tenido respuesta”, explicó el principal directivo del Codia.
En otra parte de la conversación, los directivos del gremio que agrupa a ingenieros, arquitectos y agrimensores, pidió se le dé participación activa a cada uno de los órganos del Colegio, como asesores del Estado que son.
Esa participación que piden es para los proyectos que se van a desarrollar en los próximos veinticinco o treinta años en República Dominicana”.
El Codia tiene dos vías o tres para el mantenimiento y sustento de sus ingresos. Una de ellas es la denominada 1×1000, que son las tasas de todas las obras que construye el gobierno y los ayuntamientos; la otra es la tasa 2×1,000 (dos pesos por cada mil), que se paga en los proyectos privados (entre ellos los ubicados en los distintos polos turísticos).
Otra vía de entrada es por actividades científico-técnicas (talleres, conferencias) que se realizan en el colegio.
Ingresos perdidos y pedido de pensiones
Los ingresos totales del Codia, por concepto de las tasas profesionales que se les paga, totalizaron el pasado año 138 millones de pesos. Los cálculos que realizan los actuales directivos apuntan a que se logrará en 2022 un monto cercano al anterior.
“Se ha hecho una buena gestión de cobros y un gran trabajo para aumentar esos recursos y así distribuírselos a los diferentes organismos que conforman el Codia”. En gestiones anteriores, según los datos ofrecidos, se han alcanzado los 180 y 200 millones de pesos. “Lo que nosotros no entendemos es en qué se invirtieron esos recursos de gestiones pasadas del Codia y qué se hizo con ese dinero. Nosotros con el dinero que hemos hecho, hemos ido en auxilio de las delegaciones regionales y hemos invertido en actividades científico-técnicas”, indicó Dolores Núñez.
El encuentro con los representantes de la organización fue aprovechada solicitar al presidente de la República, Luis Abinader, que otorgue 300 pensiones a profesionales de la ingeniería, la arquitectura y la agrimensura que se encuentran en condiciones deprimentes, consecuencia de pobreza extrema.
Transparencia
Ya tenemos la Cámara de Cuentas auditándonos hace alrededor de seis meses y como junta directiva trabajamos el informe de lo recibido”
Visión
En las gestiones hay que dar cuentas de lo que se hace y no se hace. Nosotros lo estamos haciendo en esta gestión que encabezamos”