Código Penal neofascista

POR NARCISO ISA CONDE.- El proyecto de código penal es penoso y cruelmente influido por el neofascismo en boga. Pero para peor: el poder de decisión sobre él lo tienen un Congreso y una gobernación de colonia que carecen de dignidad y vergüenza.
Entre otras barbaridades, ese proyecto:
-Facilita la impunidad, porque su art.14 le quita responsabilidad penal al Estado, Alcaldías, distritos municipales, iglesias y partidos políticos.
– Reduce (art.32) la prescripción de la corrupción a 20 años, liberándola de sanción penal y desconociendo que los delitos son irreversibles y siempre sancionables.
-Desprotege la niñez al despenalizar en su artículo 126 las agresiones a niños/as bajo la consideración de “método disciplinario”.
-Debilita la tipificación de feminicidio, dado que en su art. 97 limita el delito del feminicidio sólo a cuando la víctima: a) Presenta signos de violencia sexual, mutilación genital o cualquier otro ensañamiento. b) Cuando su cuerpo sea exhibido en un lugar público. c) O cuando sea resultado de ritos grupales. Es decir, niega la calificación de feminicidio si solo mata, pero no viola a su víctima.
-Reduce penas a la violencia de género al establecer en su art. 126 solo de uno a tres años de prisión, en los tipos penales más frecuentes; y también la reduce, si el violador es pareja de la víctima (artículo 136).
-Mantiene la penalización absoluta de la interrupción del embarazo aun en caso de violación, incesto, o cuando el embrión no tenga posibilidades de sobrevivir o el embarazo ponga en riesgo la vida de la mujer. El art. 112 excluye las tres causales.
-Criminaliza la protesta y permite la censura al establecer pena de un año de prisión a quien insulte a un funcionario público, o lo amenace, o le envíe escritos, imágenes, o “haga gestos” de carácter contrario a su dignidad personal y funciones.
-Penaliza hasta con 30 años de prisión el envío de documentos o información a cualquier institución extranjera -sin ninguna especificación- por considerar que podría ser espionaje.
-Establece penas de 4 a 10 años a quien amenaza e intimide a un funcionario público para que cumpla con sus funciones o se abstenga de violar las leyes.
-Comete rebelión quien oponga resistencia violenta contra un funcionario que abuse de su poder. La rebelión, universalmente consagrada contra la opresión, será sancionada con uno a dos años de prisión en estos casos puntuales.
– Ese código fascistoide introduce como sanción la castración medieval y también la jurisdicción militar-policial privilegiada, mediante la cual la justicia castrense juzga sus delitos contra civiles. !Bárbaros!
Enfrentar repudio
Como todo eso ha sido repudiado persistentemente por mucha gente que defiende los derechos y libertades de las mujeres y del pueblo, está claro que, si aprueban estas atrocidades, el Congreso, el Gobierno, el Obispo Castro y otros ultra reaccionario como él, y las sectas evangélicas fundamentalistas, deben prepararse para enfrentar el repudio y las insubordinaciones de mucha gente digna y amante de la justicia y amante de la justicia.
Eso explica la reacción de última hora de la Procuraduría General-PGR con sus 150 propuestas, poniendo ahora, no antes, su falda en remojo para no cargar con las culpas y la cosecha de impopularidad.
Hasta el propio Abinader tiene doble miedo: miedo a la ultraderecha del PRM y del país si lo veta y miedo al pueblo si no lo veta, con bastante presión de su entorno no partidista
Pero la orden soterrada del Palacio (Abinader-Paliza) va en dirección a que se aprueba como sea en esta legislatura y las señales que vienen del Congreso es retomar la marcha al vapor y finiquitar el asunto, “trapeando el piso” con las propuestas de la PGR, recogiendo de ellas solo lo que no afecte lo peor del contenido del proyecto,
Habrá que ver si la perversidad del Congreso sigue predominando para imponer todo su contenido neofascista de todas maneras.
El pronunciamiento del troglodita legislador Cedeño, “quillao” con la PGR, es una pésima señal, que revela muy malas intenciones.