Consejos, burros, orejas
POR NARCISO ISA CONDE.- Los PLD (morado y verde/ danilistas y leonelistas) acusan de privatizadores al PRM-Abinader y viceversa. Ambos señalan realidades; no todas, porque cuidan no ofender a elites capitalistas y al imperio que impusieron la estrategia neoliberal y su impronta privatizadora. Ambos se dicen verdades, aunque distorsionan hechos que nada implican políticas alternativas ni recuperación de patrimonios públicos privatizados.
Ese debate (provocado por Fideicomiso-Catalina) entre derechas pro-imperialistas y conservadoras -parecidas en todo lo peor- se parece mucho al cuento de conejo diciéndole al burro “orejú”. Cada parte con alta dosis de camaleonelismo y simulaciones de ocasión, haciendo y diciendo una cosa cuando son gobiernos y otra cuando son oposición; procurando relevos parecidos, debidamente readecuados y remodelados. La desmemoria en los dos PLD está fríamente calculada para acusar al actual de lo que ellos hicieron en demasía.
Es ahora cuando PLD y FP salen con que «temen que Abinader deje en manos privadas los bienes públicos» y lo emplazan a «no ceder al sector privado derecho a gobernar». Pero resulta que hace tiempo el PLD (Leonel y Danilo) privatizaron buena parte del patrimonio público y servicios (CEA, CORDE, CDE, costas, tierras…) y que más recientemente Abinader entregó el Gobierno a Vicini y al CONEP, y decidió desplegar toda suerte de APPS y fideicomisos privatizadores, y designaciones proclives a tráficos de influencia; previo asalto privado al PRM y al Estado.
Resulta inocultable que el propio Abinader, la Vice, Paliza son empresarios y se hicieron acompañar de Macarrulla para el financiamiento privado al PRM y en compensación colocarlo luego al frente de Ventas de Activos, Gabinete Eléctrico y de Transporte, en el Consejo de APPs); haciéndose acompañar de David Collado, Pereyra Rojas, Simon Freu, Jochy Vicente… al tiempo de privatizar todos los gabinetes sectoriales.
En fin, cada facción ha encabezado diferentes fases de la privatización y modalidades específicas de neoliberalismo y coloniaje. La anterior, con fuerte énfasis en el enriquecimiento vertiginoso de las elites del PLD y su conversión a neo-capitalista, junto a onerosas concesiones al gran empresariado; y la actual, en el asalto del gran capital oligárquico y transnacional a puertos, aeropuertos, autovías, policía, salud, fuentes de agua y naturaleza, y al propio aparato estatal.
Por eso, a los/as “progres” que se embarcaron en la opción electoral Abinader-PRM-Vicini-EU, y que durante estos 18 meses no enfrentaron sus funestos resultados, le recomendaría prudente silencio y real arrepentimiento, porque no había que ser genio para ver lo que venía; lo que en muchos casos no tuvo nada de inocencia y sí mucho de cuotas en un Estado neoliberal al cubo.