EEUU vive una «epidemia» de tiroteos masivos sin una solución clara la vista
Estados Unidos vive una «epidemia» de violencia con armas de fuego, como la ha descrito el presidente Joe Biden, tras los tiroteos del último mes, los últimos este mismo domingo con seis fallecidos, sin una solución clara a la vista, debido a la ajustada mayoría demócrata en el Senado.
El país se levantó este domingo con las noticias de un ataque en un bar de Kenosha (Wisconsin), donde tres personas perdieron la vida y otras dos resultaron heridas la pasada madrugada.
El Departamento del Sheriff del Condado de Kenosha precisó en un comunicado que el suceso tuvo lugar en el bar Somers House Tavern sobre las 00.42 hora local (05.42 hora GMT).
El autor de los disparos, que ha sido identificado como un varón de raza negra, está siendo buscado por las autoridades, que han calificado el incidente de «específico y aislado».
Horas más tarde, un poco después del mediodía, otras tres personas fallecían por disparos en la ciudad de Austin (Texas, EE.UU.)
La Policía local de Austin indicó en Twitter que había «un incidente de tiroteo activo» en Great Hills Trail y Rain Creek Parkway, sin ofrecer más detalles.
150 TIROTEOS MASIVOS EN 2021
Según cifras de Gun Violence Archive (GVA), un proyecto sin ánimo de lucro que sigue la violencia con armas de fuego en el país norteamericano, en lo que va de 2021 se han registrado 150 tiroteos masivos, que los define como aquellos en los que al menos cuatro personas mueren o resultan heridas por disparos de balas, exceptuando al autor del ataque.
Durante todo el 2020, hubo un total de 610 incidentes de ese tipo en EE.UU., frente a los 417 de 2019, de acuerdo con esa fuente.
Tan solo en el último mes ha habido 45 «tiroteos masivos» desde el pasado 16 de marzo, indicó la cadena de televisión CNN.
Los ataques con armas de fuego de las últimas semanas han provocado que numerosas voces entre los demócratas, entre ellas la del propio Biden, exijan un cambio en la legislación para que haya un mayor control de este tipo de armamento.
Este fin de semana, las autoridades informaron de que el autor del tiroteo en Indianápolis (Indiana), Brandon Hole, quien mató a disparos a ocho personas el jueves, compró de manera legal dos rifles de asalto meses antes del ataque, pese a que estaba siendo investigado por el FBI.
La Administración de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego ha seguido la pista de esas dos armas y la Policía ha averiguado que Hole, de 19 años, compró una de ellas en julio pasado y la otra en septiembre.
EL ATACANTE DE INDIANA ESTUVO EN UN CENTRO PSIQUIÁTRICO
Meses antes Hole estuvo recluido temporalmente en un centro de detención psiquiátrico y se le incautó un arma de fuego en aquel entonces, reveló el FBI el viernes a la cadena CNN.
Su madre declaró a esa agencia en marzo de 2020 que su hijo podría intentar suicidarse comportándose de manera amenazante para hacer que las fuerzas de seguridad lo tuvieran que abatir.
Hole fue interrogado un mes después por el FBI, que no vio en él ningún «extremismo violento con motivación racial» ni halló que hubiera cometido ningún delito, aunque no se le devolvió el arma que le habían decomisado.
Según la versión de la Policía, el joven abrió fuego el jueves por la noche de manera indiscriminada en un almacén de la empresa de servicios postales FedEx en Indianápolis, donde mató a ocho personas y ocasionó heridas a cinco, antes de quitarse la vida de un disparo.
El viernes, las autoridades acabaron de identificar a las víctimas mortales, cuatro de las cuales eran miembros de la comunidad sikh, un credo originario del estado de Punjab, en la India.
La familia de Hole emitió el sábado un comunicado en el que afirmó que intentó darle «la ayuda que necesitaba» y expresaron sus disculpas «más sinceras y sentidas» a las víctimas, sus parientes y a los vecinos de Indianápolis por «esta tragedia sin sentido».
«Estamos devastados por la pérdida de vidas causada por las acciones de Brandon; a través del amor de su familia, intentamos darle la ayuda que necesitaba», explicaron en la nota.
El viernes Biden reclamó al Senado que refuerce el control de las armas de fuego y que deje de «aceptar» un tipo de violencia que «se ha convertido en algo demasiado normal» y causa 106 víctimas mortales al día en este país.
UN CAMBIO LEGISLATIVO CASI IMPOSIBLE
Es prácticamente imposible que las medidas legislativas para un mayor control de este tipo de armamento salgan adelante en la Cámara Alta, donde los demócratas -el partido del mandatario- tienen una mayoría tan estrecha que necesitarían convencer a al menos diez republicanos para aprobarlas.
El expresidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner (2011-2015), declaró este domingo a la CNN que le gustaría ver que los legisladores de su partido llegan a un acuerdo con los demócratas sobre este tipo de legislación.
«Esperemos que encuentren algún punto de coincidencia porque francamente es descorazonador», dijo Boehner, quien agregó que es «vergonzoso» para el país la situación actual.
Boehner, lideró el caucus republicano durante el Gobierno del expresidente Barack Obama (2009-2017) y se resistió a adoptar medidas para un mayor control de las armas de fuego.
Sin embargo, «quienes están en el poder ahora tienen que averiguar qué puede hacerse. No es sobre lo que quiera todo el mundo, sino que es cuestión de hacerlo de manera bipartidista», dijo.
EFE