El Pentágono: Ahora portan armas de fuego algunas unidades de la Guardia Nacional en Washington

Algunas unidades de la Guardia Nacional que patrullan la capital de Estados Unidos por órdenes del presidente Donald Trump han comenzado a portar armas de fuego, una intensificación de su despliegue militar en cumplimiento de una directriz emitida por su secretario de Defensa la semana pasada.
Un funcionario del Departamento de Defensa —que no estaba autorizado a hablar públicamente— indicó que algunas unidades en ciertas misiones estarían armadas, algunas con pistolas y otras con fusiles. El portavoz señaló que todas las unidades con armas de fuego han recibido entrenamiento y operan bajo estrictas normas de uso de la fuerza.
Un fotógrafo de The Associated Press vio el domingo a miembros de la Guardia Nacional de Carolina del Sur frente a Union Station con pistolas enfundadas.
La nueva característica en la insólita iniciativa de Trump para actuar por encima de la autoridad policial de los gobiernos estatales y locales llega en un momento en que está sopesando expandir los emplazamientos a otras ciudades gobernadas por demócratas, incluidas Baltimore, Chicago y Nueva York.
Trump hizo la amenaza a Baltimore en una disputa con el gobernador de Maryland, el demócrata Wes Moore, que ha criticado el uso sin precedentes del poder federal por parte de Trump para combatir el crimen y la indigencia en Washington. La semana pasada Moore invitó a Trump a visitar su estado para hablar de la seguridad pública y caminar por las calles.
En una publicación en su red Truth Social el domingo, Trump dijo que Moore preguntó «en un tono bastante desagradable y provocativo», y luego planteó la posibilidad de repetir el despliegue de la Guardia Nacional que hizo en Los Ángeles a pesar de las objeciones del gobernador demócrata de California, Gavin Newsom.
«El historial de Wes Moore en cuanto a la delincuencia es muy malo, a menos que manipule sus cifras sobre el crimen como muchos de los otros ‘estados azules’ (gobernados por demócratas) están haciendo», escribió Trump, mientras citaba un apodo despectivo que usa frecuentemente para el gobernador de California. «Pero si Wes Moore necesita ayuda, como lo hizo Gavin Newscum en Los Ángeles, enviaré a los ‘soldados’, lo cual se está haciendo en el cercano Distrito de Columbia, y rápidamente acabaré con el crimen».
Moore indicó que invitó a Trump a Maryland «porque parece disfrutar viviendo en esta ignorancia feliz» sobre la mejora de las tasas de delincuencia en Baltimore. Después de un aumento durante la pandemia que coincidió con tendencias nacionales, la tasa de criminalidad en esa ciudad ha disminuido. Los 200 homicidios reportados el año pasado fueron 24% menos que el año anterior y 42% inferiores desde 2021, según datos de la ciudad. Entre 2023 y 2024, el crimen violento en general disminuyó casi 8%, y los delitos contra la propiedad un 20%.
«El presidente pasa todo su tiempo hablando de mí», declaró Moore el domingo en el programa «Face the Nation» de CBS. «Yo dedico mi tiempo a hablar de la gente a la que sirvo».
Trump está «difundiendo un montón de mentiras sobre la seguridad pública en Maryland», expresó Moore en un correo electrónico para recaudar fondos.
En Washington, donde Trump está incrementando los efectivos de la Guardia Nacional y los agentes federales, surgieron una serie de protestas por toda la ciudad el fin de semana, mientras que algunas esquinas normalmente bulliciosas estaban notablemente tranquilas. En algunas de las áreas más pobladas, los residentes pasaban junto a pequeños grupos de guardias nacionales, a menudo conversando entre ellos. En redes sociales circularon videos de arrestos y detenciones.
Trump ha dicho que Chicago y Nueva York son probablemente sus próximos objetivos, lo que ha provocado una fuerte oposición de los dirigentes demócratas en ambos estados. El Washington Post informó el sábado que el Pentágono lleva semanas preparándose para una operación en Chicago que incluiría a efectivos de la Guardia Nacional y posiblemente soldados en servicio activo.
Al preguntarle sobre el informe del Post, la Casa Blanca se refirió a comentarios previos de Trump, en los que hablaba de su deseo de expandir su uso de fuerzas militares para combatir el crimen local.
«Creo que Chicago será nuestro próximo» (objetivo), les dijo Trump el viernes a los periodistas en la Casa Blanca, y agregó: «Y luego ayudaremos con Nueva York».
En repetidas ocasiones, Trump ha descrito algunas de las ciudades más grandes del país —gobernadas por demócratas, con alcaldes negros y poblaciones que en su mayoría pertenecen a grupos minoritarios— como peligrosas y sucias. El alcalde de Baltimore, Brandon Scott, es negro, al igual que Moore. El Distrito de Columbia y Nueva York también tienen alcaldes de raza negra.
El reverendo Al Sharpton, en declaraciones durante una ceremonia religiosa el domingo en la Universidad Howard en Washington, indicó que la presencia de la Guardia Nacional en la capital de la nación no tiene que ver con la delincuencia, sino que «tiene que ver con caracterización» (racial).
«Esto está impregnado de intolerancia y racismo», abundó más tarde ante los periodistas. «No se le ha asignado a ningún alcalde blanco. Y creo que esto es un problema de derechos civiles, un problema racial y un problema relacionado con la condición de estado del Distrito de Columbia».
El gobernador de Illinois, JB Pritzker —de filiación demócrata— señaló que no hay emergencia que justifique el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional en Chicago.
«Donald Trump está intentando fabricar una crisis, politizar a los estadounidenses que sirven en uniforme, y seguir abusando de su poder para distraer del dolor que está causando a las familias», escribió Pritzker en X. «Seguiremos apegándonos a la ley, defendiendo la soberanía de nuestro estado, y protegiendo a los habitantes de Illinois».
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, señaló que la ciudad no necesita «una ocupación militar» e interpondrá una demanda para bloquearla. Dijo que no ha habido comunicación desde la Casa Blanca sobre un posible despliegue militar.
«No vamos a ceder nuestra humanidad a este tirano», manifestó Johnson el domingo en MSNBC. «Puedo decirles esto: la ciudad de Chicago tiene una larga historia de hacer frente a la tiranía, resistiendo a aquellos que desean socavar los intereses de la gente trabajadora».
AP