SAN FRANCISCO DE MACORIS.- Durante un acto encabezado por el presidente Luis Abinader, los grupos Viamar y Rizek dejaron iniciado en el paraje La Nasa de San Francisco de Macorís, provincia Duarte, los trabajos de construcción de una planta de reciclaje y valorización de residuos sólidos.
La obra, que será construida con una inversión de 180 millones de dólares, tendrá la capacidad de producir 450 toneladas de basura por día. También generar energía a partir del uso de los desechos.
Óscar Villanueva, de la empresa Viamar, destacó que la iniciativa representará un gran paso de avance para el país, como aporte para la solución del problema ambiental que crea el manejo inadecuado de la basura.
“Hoy abrimos las puertas de un proyecto que transformará la manera de tratar esa materia y convertirla en una oportunidad de desarrollo nacional”, expresó Villanueva.
Aseguró que la planta generará 500 empleos directos, mejorando un sector de alta pobreza e inseguridad.
Cuando la planta entre en operación, contemplan percibir más de 65 millones de dólares al año en exportación. Además, de reducir los gases de efecto invernadero y ahorro en combustibles fósiles.
Villanueva explicó que la planta es una primera etapa de un proyecto que contempla la instalación de otras tres en distintos puntos.
Orlando Jorge Mera, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, informó que la obra se construirá al tiempo que se cumpla el plazo del cierre técnico del actual vertedero de San Francisco de Macorís, programado para un año.
Jorge Mera destacó que a través de la recicladora, las empresas fomentarán la reducción, reutilización y aprovechamiento de los residuos sólidos.
Armando Paíno Henríquez, director ejecutivo del Consejo Directivo del Fideicomiso Público-Privado para la Gestión Integral de Residuos Sólidos, dijo que el primer picazo de esa obra marcó el inicio de una gran industria en el país.
Sostuvo que iniciativas de esa magnitud tienen como objetivo erradicar los daños ambientales que históricamente han generado los botaderos de basura que funcionan a cielo abierto.
El acto fue bendecido por monseñor Alfredo de la Cruz Baldera, obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís.
MIGUEL MONTILLA