NUEVA YORK.- El Centro Correccional Metropolitano (MCC, por sus siglas en inglés) de Nueva York no tiene la capacidad de hacer pruebas para el coronavirus a los reclusos. Y, aunado a esto, están experimentando escasez de equipo para los médicos de estas facilidades.
“MCC Nueva York no tiene pruebas COVID-19”, escribió Licon-Vitale, el recientemente instalado director del MCC en el centro de Manhattan, esta semana en una carta dirigida a un juez federal, según unos documentos revisados por ABC News.
Esta respuesta fue dada tras una orden del fiscal del distrito Paul A. Engelmayer de hacer una prueba a un prisionero que estaba en sus 20 y que decía estar experimentando los malestares del nuevo coronavirus, por lo que se creía que estaba contagiado.
“Fue puesto en cuarentena ayer después de desarrollar síntomas de COVID-19, incluyendo tos y dolores en el cuerpo. Estamos preocupados por la capacidad de MCC para cuidar al Sr. Brown, dada su trayectoria a lo largo de los años con otros clientes en circunstancias menos difíciles”, escribió Florian Miedel, un abogado defensor designado para representar a Bryant Brown, quien está esperando juicio por cargos de asesinato.
El defensor busco la ayuda de la corte para asegurar que su cliente estuviera recibiendo el apoyo apropiado y le pidió a la corte actualizaciones frecuentes en la condición de Brown.
La respuesta del director fue que tanto el doctor de la prisión como un especialista en enfermedades infecciosas determinaron que los síntomas del joven no cumplían los criterios que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) marcó. Estos priorizan las pruebas para trabajadores de la salud y para pacientes con fiebre alta y problemas agudos de respiración, según el portal. Aunado a esto, el transportar a Brown a un hospital significaría exponerlo a él y a otros, cuando se descartó la necesidad de la prueba.
Pero esto no solo pone en riesgo a los prisioneros, puesto que también se ha expresado preocupación por el personal que trabaja dentro de las prisiones, ya sea oficiales o médicos, pues no hay suficiente equipo de protección personal.
“COVID-19 y la falta de preparación del Buró Federal de Prisiones (BOP) ha convertido en un ambiente de trabajo ya muy peligroso para nuestro personal, tanto física como mentalmente. Es una guerra diaria mantener a la población de reclusos en línea mientras exigen visitas con sus familias y temen por su salud y la salud de sus familias”, describió Tyrone Covington, representante sindical local de los oficiales correccionales.
En el transcurso de la semana, 900 prisioneros “no violentos” fueron liberados en la ciudad, todo bajo la orden del alcalde Bill de Blasio, quien inicialmente había expresado el deseo de liberar a 300 reos para controlar los contagios.
El presidente Donald Trump expresó que “no le agradaba la idea” de liberar a ofensores de la ley. “Estamos viendo si tengo el derecho de pararlo en algunos casos”, declaró.
Mientras tanto, en el Centro Metropolitano de Detención (MDC) que se encuentra en Brooklyn, cuatro reos con condiciones médicas subyacentes presentaron una demanda en contra de su director. En la demanda, alegan que la instalación está tan mal equipada para contener el virus que continuar deteniendo prisioneros de alto riesgo viola sus derechos constitucionales.
“Hay aproximadamente 90 personas en un área pequeña, y nos estamos volviendo locos y no nos está yendo bien mentalmente. No podemos obtener ninguna información ni nadie que nos escuche. […]Por favor, ayúdame antes de morir”, dijo un reo quien fue citado por su abogado en documentos presentados a la corte.
En total hay 1,700 prisioneros en MDC y, según la demanda, 537 de ellos son clasificados como personas vulnerables al virus, según los lineamientos de la CDC.
