El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, destituyó este martes al mayor general retirado Ramón Humberto Calderón Vindell como titular de la junta directiva de la estatal Empresa Nicaragüense de Minas (Eniminas), con rango de ministro, tras ser sancionado por los Estados Unidos.
A través de un acuerdo presidencial, Ortega dejó sin efecto el nombramiento de Calderón Vindell, que era el tercero al mando del Ejército de Nicaragua cuando pasó a retiro, y dirigía Eniminas desde el 7 de julio de 2018.
El mandatario nombró a Ruy Delgado López en el cargo de presidente de la junta directiva de Eniminas, con rango de ministro.
El 10 de enero pasado, día en que Ortega asumió su quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, EE.UU. sancionó a seis altos cargos del Gobierno de Nicaragua, entre ellos Calderón Vindell.
El Departamento del Tesoro los sancionó por los «actos estatales de violencia» contra la oposición política y las manifestaciones, que han dejado desde 2018, según EE.UU., más de 300 muertos, 2.000 heridos y el encarcelamiento de «cientos de actores políticos y de la sociedad civil».
En el caso de Calderón Vindell fue sancionado para golpear los beneficios generados por el control estatal de la minería de oro, dado que el valor de las exportaciones de ese metal en Nicaragua ha «crecido drásticamente en los últimos años», explicó Washington en su momento.
Ortega también dejó sin efecto el nombramiento de Salvador Mansell Castrillo, también sancionado por el Departamento del Tesoro, como miembro de las juntas directivas de las estatales Empresa Nicaragüense de Petróleo (Petronic) y de Eniminas.
En su lugar, el mandatario nombró a Estela María Martínez Cerrato como miembros de las juntas directivas de ambas empresas estatales.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que el presidente Ortega fue reelegido, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
EFE
