Santiago. La contaminación que recibe el río Yaque del Norte, debido a la cantidad de plásticos y desperdicios que le llegan vías las cañadas, también se convierte en un problema para los canales de riego, debido a que afectan su flujo de agua.
Es lo que ocurre actualmente en los dos principales canales de riego, el Ulises Francisco Espaillat y el Monsieur Bogaert, donde con frecuencia sus compuertas se ven arropada por la cantidad de botellas plásticas, vasos, platos y hasta las colchas de neveras o neveras. En un recorrido por los puntos más críticos se pudo constatar las denuncias hechas por ambientalistas y dirigentes comunitarios.
A su paso por Santiago, el Yaque del Norte se ve afectado por varias cañadas y arroyos que aportan el 790 por ciento de su contaminación. Una gran parte de estos plásticos terminan en la compuerta de la Otra Banda.
Canales de riego
En el punto de la compuerta donde bifurcan los dos canales de riego Ulises Francisco Espaillat y el Monsieur Bogaert, además de todo el plástico lanzado, está arropado por las lilas. Con el cierre de un tramo del canal que está en reparación ha quedado seco, por lo que todo el material plástico se ha queda do sobre tierra en el tramo de Villa Liberación. Al lado del canal viven cientos de familias hacinadas, por lo que se requiere de un plan de desalojo para evitar más contaminación.
De acuerdo a los datos ofrecidos por el exdirector de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago y actual diputado, Mateo Espaillat, el río Yaque del Norte ha reducido el 73 por ciento de su caudal y ha visto desaparecer 81 afluentes en los últimos años debido a la carencia de un plan concreto para la recuperación de esta fuente acuífera que han sufrido los efectos de la falta de concienciación para la preservación del recurso agua.
Canales de riego son vulnerables
Durante el fin de semana, la Corporación de Acueductos y Alcantarillado de Santiago informó a los usuarios que el acueducto de La Canela estría fuera de servicio debido a un cierre en el canal Monsieur Bogaert (El Flumen), mientras que el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) evalúa las labores que se van a ejecutar para restablecerlo.
MIGUEL PONCE
