Trump llega a Reino Unido en ambiente tenso

Londres. El presidente estadounidense, Donald Trump, empezó ayer una visita de Estado de dos días al Reino Unido, que consolida la “relación especial” entre Washington y Londres, pero llega en un momento tenso para el primer ministro británico, Keir Starmer, a raíz de la polémica con su embajador en Estados Unidos.
Se trata de la segunda visita de Estado que hace Trump al Reino Unido -ya estuvo durante su primer mandato, en 2019-, lo que muestra un hecho inédito para un mandatario estadounidense y refleja también la predilección del republicano por este país, a pesar de las distancias ideológicas con el Gobierno laborista de Starmer.
El jueves, Trump y Melania se despedirán de los monarcas en Windsor para desplazarse a la casa de campo del primer ministro en Chequers, a las afueras de Londres, donde tras el recibimiento por la guardia de honor, los dos líderes se reunirán y darán una rueda de prensa.
Una buena relación
La buena relación entre Trump y Starmer permitió que se firmase en mayo el llamado “acuerdo de prosperidad económica”, que reduce los aranceles sobre los automóviles, el acero y el aluminio del Reino Unido, país que compraría más carne de res estadounidense y simplificaría su proceso aduanero para productos de Estados Unidos.
Entre otras cosas, esperan firmar un pacto para construir plantas de energía nuclear en ambos países y de colaboración en tecnología.
Altos funcionarios de EE.UU. informaron de que se hablará de “una nueva alianza en ciencia y tecnología que incluirá miles de millones de dólares en nuevas inversiones que fortalecerán los sectores tecnológicos de ambos países y generarán nuevo crecimiento”, y también de “la cooperación mutua en energía nuclear civil, investigación, inversión y desarrollo” y en “tecnología de defensa”.
Las diferencias pueden surgir en otros temas de coyuntura internacional como Ucrania, donde a Starmer le interesa trabajar más conjuntamente con Trump y Kiev, mientras el presidente estadounidense mantiene sus lazos con su homólogo ruso, Vládimir Putin.
Además, sobre la visita sobrevuelan otros asuntos como la destitución el pasado jueves de Peter Mandelson como embajador británico en Washington, a raíz de las nuevas revelaciones en la prensa que indicaban que el diplomático había apoyado al fallecido pederasta convicto Jeffrey Epstein después de que éste fuera condenado por tráfico sexual de menores.
Afinidad de Trump hacia lo británico
Cuando Trump, de madre escocesa, anunció la visita lo hizo alardeando del “honor” que era que Carlos III les extendiera la invitación pues “nunca había pasado antes” -es el único presidente estadounidense recibido en el Reino Unido dos veces en visita de Estado-, en una muestra más de la admiración del magnate hacia la realeza británica.
Además, será la segunda vez en un año que el estadounidense visite Reino Unido, pues a finales de julio hizo una visita privada a sus campos de golf en Escocia desde donde recibió a Starmer pero también se reunió con la presidenta de Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el rey Carlos III intercambiaron elogios durante sus discursos de apertura en el banquete de Estado ofrecido con motivo del inicio de la visita oficial del mandatario estadounidense al Reino Unido este miércoles. “Es un privilegio singular ser el primer presidente estadounidense recibido aquí”, comenzó Trump en su discurso, en el que señaló que “realmente es uno de los mayores honores” de su vida.
Trump es recibido con protestas en Londres
El presidente Trump fue recibido con movilizaciones civiles convocadas por ‘Coalición Parad Trump’ .
Las protestas estuvieron marcadas por un claro rechazo hacia las políticas adoptadas por el mandatario, en especial a su postura de respaldo hacia Israel y su ocupación de la franja de Gaza y la colonización de los territorios palestinos en Cisjordania.
Las movilizaciones se realizaron la céntrica calle Portland Place y luego atravesaron diferentes puntos de la ciudad de Londres hasta alcanzar la plaza del Parlamento, lugar en donde los manifestantes se reunieron para pronunciar un manifiesto.
Con pancartas, disfraces, cánticos y banderas -en su mayoría de Palestina-, e incluso globos y muñecos con la cara del presidente, miles de personas mostraron en el centro de Londres su desacuerdo con la presencia del mandatario norteamericano y los honores con los que fue recibido este miércoles en el castillo de Windsor.
Tampoco los muros de Windsor -que amanecieron con la proyección de una foto de Trump junto al pederasta convicto Jeffrey Epstein, en una protesta que terminó con varias personas detenidas- dejaron pasar las voces del medio centenar de personas, en su mayoría seguidores, que se congregaron en la entrada con la esperanza de ver al mandatario.
AGENCIAS