Un antes y un después
POR JUAN TAVERAS HERNANDEZ.- El país que nos dejaron Leonel Fernández y Danilo Medina debe desaparecer del escenario político al igual que los partidos que los prohijaron, a menos, debo decir, que este país esté poblado de masoquistas desequilibrados incapaces de recordar lo que esos señores hicieron hace apenas dos años, cuando convirtieron el Estado en una corporación para beneficio de sus principales dirigentes.
La gente no puede olvidar que hace dos años ese era uno de los países más corruptos del mundo, un narcoestado, una “lavandería” que permitía que “flotaran” millones de pesos que no tenían explicación dentro de las finanzas públicas.
Hasta hace dos años este no era un país, era un estercolero donde daba pena y vergüenza vivir.
Este no era un país para gente respetable, honrada y trabajadora; este era el país de los corruptos, ludópatas y enfermos por el consumo de drogas que se repartían en los barrios para adocenar a la juventud.
No es casual que en la actualidad la Dirección Nacional de Control de Drogas, bajo la dirección del contralmirante José Manuel Cabrera Ulloa haya decomisado más drogas en dos años que las que decomisaron los gobiernos del PLD en 16 años.
Durante los gobiernos del PLD los valores del éxito social eran la política, es decir, la corrupción, el narcotráfico, la pornografía y el músculo, no el estudio, el trabajo y la honestidad.
El PLD -lo he dicho muchas veces- corrompió todos los estamentos sociales. ¡Sin excepción! No quedó un sector no permeado por la corrupción, el narcotráfico y el lavado de activos, permitiendo que aumentaran los crímenes y los delitos en todo el territorio nacional.
Periodistas, abogados, empresarios, comerciantes, etc. Todos terminaron entrampados por la “Cosa Nostra” del PLD. No escaparon a esos niveles de corrupción la Policía Nacional ni las Fuerzas Armadas.
El PLD hizo de la corrupción una forma de gobernar, hizo de la corrupción, una cultura. Todo el tejido social fue dañado por el PLD.
Lo lamentable es que quienes convirtieron este país en una pocilga invivible no paguen todo el daño que provocaron, porque nuestro sistema judicial (Fiscales, Jueces, Abogados, Policías) fue concebido para proteger a esos sinvergüenzas que se robaron el presente y el futuro del pueblo dominicano. Esa gente está “blindada” judicialmente. Nadie los tocará, nadie los enviará al lugar donde deben estar: La cárcel, después de haberlos despojado de todo el dinero que le robaron a este indefenso pueblo.
Mientras no se produzca un cambio verdadero en nuestro sistema de justicia, nada les pasará. No hablo de una persona, pues todo mundo reconoce la idoneidad de algunos miembros del Ministerio Público, hablo de todo un sistema.