Un diputado más perdido que el hijo de Lindbergh
POR MARCOS SANTOS. – En lo que consideramos un afán desmedido y desesperado de lograr protagonismo y notoriedad, y eso se hace cuando no se está haciendo nada para lograrlo, el diputado por la provincia Duarte, Yenrry Acosta, pidió un turno en la sesión de la Cámara de Diputados de la República Dominicana, para solicitarle al ministro de Interior y Policía, al Director General de la Policía Nacional, y al presidente Luis Abinader, que intervengan la ciudad de San Francisco de Macorís, por el alto grado de violencia y criminalidad imperante en la misma.
Mientras el legislador y dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, ponía su huevo y lo cacareaba en el hemiciclo, aquí, en la ciudad del Jaya, se realizaba la Mesa de Seguridad Ciudadana y Género, encabezada justamente por el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez, el director general de la Policía Nacional, general Edward Sánchez González, y el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, DNCD, Vicealmirante José Cabrera Ulloa, junto a las autoridades locales y provinciales como el senador Franklin Romero, la gobernadora Xiomara Cortes, el alcalde Siquió Ng, entre otras, y las denominadas “fuerzas vivas” de la sociedad francomacorisana.
En esa importante actividad, se le dio oportunidad a todos para que hicieran uso de la palabra y emitieran sus consideraciones.
Es decir, fue algo democrático y participativo.
Al final, hablaron los generales Sánchez González y Cabrera Ulloa, además del ministro Vásquez Martínez.
Vásquez Martínez, en su intervención, anunció lo que era un secreto a voces, la implementación del programa “Mi País Seguro” en el Barrio San Martin, con la finalidad de devolver la paz y tranquilidad, que tanto merecen sus residentes y todos los francomacorisanos en sentido general.
La convocatoria a la Mesa de Seguridad Ciudadana y Género, realizada en el Salón de Actos del Ayuntamiento Municipal de San Francisco de Macorís, se hizo pública el día anterior, es decir, el martes 6 de julio, de manera pues, que todos o casi todos los sectores tenían conocimiento de la misma, excepto el perdido y desorientado diputado morado Yenrry Acosta, quien al pronunciar ese “encendido” discurso, de seguro pensó hacia sus adentros que se la estaba “comiendo”.
La intención del señor Acosta, pudo haber sido buena, si la hubiese hecho en un momento oportuno.
Lo de ayer miércoles 7 de julio, se vio un inmenso deseo de intentar capitalizar un episodio trágico ocurrido en nuestro pueblo, para darle brillo a una gestión sin sabor, sin color, y sin nada positivo que mostrar.
Todo un fiasco.
Yenrry Acosta está más perdido que el hijo del famoso aviador norteamericano, Charles Lindbergh, quien se llamaba igual que su padre, y el cual fue secuestrado el 1 de marzo de 1932, siendo encontrado su cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición el 12 de mayo del mismo año.
Ese crimen, fue uno de los más publicitado en los Estados Unidos y el mundo.
Charles Lindbergh Jr tenía apenas un año y ocho meses de edad.
Del secuestro y asesinato se acusó a Bruno Richard Hauptmann Giugni, quien luego de un extenso proceso judicial, fue hallado culpable y condenado a muerte.
Fue ejecutado el 3 de abril de 1936.
Se uso la silla eléctrica para su ejecución.
La expresión “¡Más perdido que el hijo de Lindbergh!”, se generó tras la desaparición del pequeño hijo del reconocido piloto estadounidense y en nuestro país la usamos para señalar que alguien desconoce por completo sobre alguna situación.
Es lo que está pasando con Yenrry Acosta.
Ni más, ni menos.