Opinión

Antes de falcón

POR NARCISO ISA CONDE.- No es primera vez que la DEA  toma la iniciativa, oferta  informaciones sensibles, selecciona extraditables  y opera aquí para desmantelar una red del “crimen organizado” vinculada al fabuloso negocio de las drogas. Yo diría que en casos relevantes, que es oportuno  recordar, DEA y DNCD han tenido roles fundamentales en las datas suministradas para la construcción de sus expedientes a nivel de Ministerio Público.

Por su parte la actual PGR exhibe una gran capacidad para  estructurar expedientes consistentes y operar eficazmente con los datos que le aportan y las investigaciones que ella hace sobre el terreno y sobre la marcha. Así ha acontecido con la Operación Falcón.

Sin embargo, es necesario valorar los resultados en operaciones parecidas donde el peso de la data fundamental y la intervención de la DEA han sido determinantes. Me refiero a los “desmantelamientos” de las narco-bandas de Quirino Ernesto Paulino (extraditado a EU y ya  en libertad), Figueroa Agosto (capo puertorriqueño radicado aquí y apresado en Borinquen), Nelson Solano (conocido como el Zar de la Heroína del Caribe, extraditado y aún preso en EU), Toño Leña (extraditado a pedido de la DEA), y César el Abusador (protegido aquí por altas esferas del gobierno, desmantelada su banda por la DEA y FBI, y apresado   en Colombia).  A los que se agrega un  emblemático caso de factura española, con modalidad parecidas a la empleada por la DEA: el caso Arturo del Tiempo Márquez y su Torre Atiemar.

En todos ellos es notorio que  evidencias y  de conexiones a nivel de Palacio Nacional, de protecciones de jefes militares, policiales y seguridad, vínculos con altos dirigentes políticos, asociaciones con bancos  y  empresarios poderosos, complicidades  de ministros y presidentes, contratas otorgadas a jefes de bandas, fotografías y videos que ilustran contubernios mayores, aportes a campañas presidenciales  y militancias espurias en partidos, responsabilidades dolosas  en incorporaciones a PN, DNI, Ejército Nacional … ni se investigaron ni se sancionaron. Las elites estatales y empresariales corrompidas salieron ilesas, mientras en archivos de la DEA y  bóvedas de jurados estadounidenses abundan datos para inculparlas.

Que la acción represiva siempre  se concentre contra las redes y niveles bajos e intermedios de las complicidades políticas-militares-empresariales, indica que EEUU tiene la determinación de proteger, en condiciones de “presos de confianza del imperio” a ciertos ex presidentes, ministros, “líderes” político y militares, y grandes empresarios; manteniéndolo bajo chantajes amenazantes que los obliga a la sumisión total. A ver  qué pasará  ahora con la Operación Falcón y otras similares (¿???!!).

Redacción

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