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Centrales sindicales: actitud de empresarios tiene frizado debate para modificar Código de Trabajo

A juicio de las centrales sindicales, la República Dominicana recibirá el 2024 sin un nuevo Código de Trabajo por la actitud de los empresarios frente a la eliminación de la cesantía laboral a la cual «se oponen».

Así lo aseguraron este jueves, a través de una nota de prensa, en donde las confederaciones Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), Autónoma Sindical Clasista (CASC) y la Nacional de Unidad Sindical (CNUS), pasaron balance al año 2023.

Entienden que persisten las violaciones a la libertad sindical y la negociación colectiva, que son ejes fundamentales del movimiento sindical dominicano.

Indicaron que los trabajadores se quedan sin un nuevo código laboral, para el que se aboga sea sin retrocesos, que amplíe conquistas y mantenga las logradas. Además, sin una nueva ley de seguridad social que reduzca los gastos de bolsillos «insostenibles» para la mayoría de la población, así como pensiones dignas, entre otros logros de esa nueva legislación.

El movimiento sindical reconoció los esfuerzos del gobierno en recuperar la economía luego de los efectos negativos de la pandemia del COVID-19 y los eventos de la naturaleza que han afectado el país.

En el documento emitido por las centrales sindicales expresaron la necesidad de que el país se aboque al despegue definitivo hacia el desarrollo sostenible, en el que autoridades y la sociedad impulsen un nuevo modelo económico, que apoye más a los sectores productivos del campo y la ciudad, para generar empleos decentes, como forma de combatir la pobreza, entre otros puntos importantes.

Balance sindical correspondiente al 2023

El movimiento sindical dominicano, expresado en la CNTD, CASC y CNUS, valora este 2023 que está por concluir como el año de la recuperación económica y social,luego de haber sido azotado el país por calamidades mundiales como la pandemia del COVID-19, que generó el cierre casi total de la estructura productiva nacional, seguida por fenómenos atmosféricos y medioambientales como resultado del cambio climático.

Mencionaron también las epidemias en la productividad de granjas, como la fiebre porcina y la gripe aviar, y por último el comercio de exportación afectado por la profundización de las diferencias políticas entre República Dominicana y Haití.

Política económica

Las centrales sindicales entienden que la política económica tiene sus luces y sombras para los trabajadores y el pueblo en general.

Precisaron que las estadísticas oficiales reflejan números alentadores en el crecimiento, tomando en consideración la recuperación y aumento del turismo, el impacto de las remesas y la inversión, cuyo incremento influyó en la fortaleza de la moneda.

También la generación de empleos formales, tanto en las zonas francas como en los servicios, donde juega un papel importante el dinamismo del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) en la formación, y las políticas de innovación e inclusión en la formación para nuevos empleos.

En la política económica, caracterizada por el libre mercado, explicaron que la inflación ha sido un punto adverso para la población y los trabajadores este año, ya que los aumentos salariales logrados «han sido reducidos» por el alto costo de la vida.

Aseguran que ese panorama se da a pesar de que en políticas sociales el gobierno ha invertido sumas astronómicas para hacer sostenible la vida de los grupos vulnerables.

Luces y logros

Las centrales sindicales señalan los logros que entienden alcanzaron durante el 2023:

  • Acercamiento del gobierno al sector sindical y fortalecimiento del diálogo social.
  • Respeto del gobierno en el diálogo de reforma laboral a la posición sindical, sobre todo en lo concerniente a la cesantía y horarios de trabajo.
  • Los incrementos salariales logrados a través del Comité Nacional de Salarios (CNS), mediante resoluciones 1/2021 y 1/2023 en el sector privado, que alcanzó un 43 %, mejoró la capacidad adquisitiva de los trabajadores de zona franca, turismo/hotelería, construcción y máquinas pesadas, salud, etc., y que está pendiente de aplicación de un 4 % que será efectivo a partir de febrero del 2024.  También segmentos importantes del sector público fueron favorecidos con aumentos salariales.
  • Las disposiciones para alcanzar el salario mínimo de los trabajadores del hogar, así como su inclusión en la seguridad social, lo cual no se logró porque el Tribunal Constitucional «lo tronchó».
  • El pago de la deuda a 3,000 técnicos de educación, ascendente a más de 900 millones de pesos, y 37 millones pagados a los trabajadores de máquinas pesadas de una deuda de hace varios años.
  • El papel del Infotep en la formación técnica y profesional, y las políticas de aprendizajes para formar recursos humanos para el trabajo y el desarrollo.
  • La inversión social en subsidios y programas de transferencia condicionada a través de Supérate, Familia Feliz, Bono Gas, Plan Social, subsidios a la electricidad y a los combustibles, y seguro de salud solidario. Además, aumento a 2 millones de estudiantes la población escolar beneficiaria del programa de alimentos en las escuelas.
  • El traspaso del pago de las pensiones desde la AFP a Hacienda de los trabajadores que habían cotizado antes de la ley de seguridad social y que no reúnen las cotizaciones para una pensión contributiva, pero continúan cotizando al sistema.
  • Las pensiones solidarias a un gran número de trabajadores que no alcanzaron las cuotas cotizables que establece la ley y salieron del sistema, así como también pensiones al sector salud y educación pública.
  • El pago de las pensiones y prestaciones laborales a trabajadores que habían quedado en suspenso luego de salir de sus empleos durante años.

Demandas pendientes, según los sindicatos:

  • La libertad sindical y contrataciones colectivas se mantuvo sin cambios de importancia.
  • Los gastos de bolsillos en seguridad social siguen siendo insostenibles y la negación de servicios un obstáculo.
  • Privilegiar la alianza pública privada en detrimento de lo público.
  • La actitud de los funcionarios del sector salud de alejarse de las organizaciones del sector.
  • No se logró ratificar el convenio 156 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ni se adoptó el convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo.
  • Falta la solución de incluir en el régimen de salud contributiva a las trabajadores domésticos.
  • El sector agropecuario debe ofrecer más apoyo que los pequeños y medianos agricultores.
  • Incumplimiento en la aplicación de la indexación salarial.
  • Atención tardía a los afectados por los fenómenos atmosféricos.
  • La tercerización del trabajo tanto para nacionales como migrantes, entre otros.

Las centrales sindicales llaman al gobierno dominicano a fortalecer la incidencia tripartita y social para enfrentar la crisis mundial. 

Fuente
Diario Libre

Megan Medina

Encargada de la parte audiovisual en Calle56.com.

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