Los hombres mas ricos del mundo se peleaban por quien tendría el honor de materializar los deseos de la NASA para un viaje a la luna de larga duración y la victoria fue para el CEO de Tesla.
La victoria de Musk se traduce en un contrato de 2.900 millones de dólares que deja por fuera a Blue Origin, la apuesta espacial del magnate de Amazon, según adelantó el viernes por la tarde el diario The Washington Post y confirmó poco después la NASA.
A la NASA le ha seducido el progreso de SpaceX con Spaceship, la nave con un sistema de lanzamiento reutilizable diseñada como transporte de carga y de un alto número de pasajeros, capaz de aterrizar en cuerpos celestes y de volver a la Tierra. La ambición de la agencia espacial norteamericana es llevar a buen puerto el programa Artemis, el sueño de enviar a astronautas a la superficie lunar, uno de los pocos programas de la era del ex presidente Donal Trump que Joe Biden está apoyando.
Con esta victoria que reafirma la solida que esta la relacion entre la NASA Y SpaceX, Musk ve mas cerca el cumplimiento de su mas grande ambición, llevar a los humanos a marte, el magnate cree que logrará llegar a Marte con sus cohetes mucho antes de 2030.
