SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís, monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, mostró su preocupación por la situación de violencia que en este momento vive la República Dominicana, al tiempo de pedir que la justicia actúe en contra de los asesinos de su hermano.
El prelado católico se pronunció en esos términos durante la celebración de una misa especial en memoria a su hermano Ramon Emilio de la Cruz Baldera, muerto de varios balazos la semana pasada por tres delincuentes, dos de los cuales fueron apresados por la policía, y un tercero es buscado por los organismos policiales para que responda por el hecho que ha llenado de consternación a la comunidad de los Alcarrizos y a todo el país .
«Nuestro hermano Ramón Emilio fue víctima de un acto de violencia extrema, tres personas, en su búsqueda de ganancias materiales, eligieron un camino que culminó en un acto horrendo», sentenció De la Cruz Bardera.
Expresó que la familia en estos momentos se está enfrentado a un profundo dolor y desconcierto, pero también de fe y esperanza.
“Nos duele profundamente que su vida fuera arrebatada en un acto de vandalismo cuyo objetivo era quitarle diez mil pesos”, lamentó.
En sus palabras sostuvo que a pesar de la situación de dolor que golpea a los familiares de Ramón Emilio de la Cruz Baldera, pidió el perdón por los asesinos de su hermano, indicando que en estos momentos, la fe se pone a prueba a pesar del dolor y la ira que el hecho ha provocado.
En su predica el obispo hizo un llamado a mantener nuestros corazones en una actitud de perdón, haciendo recordación de las palabras de Jesús en la Cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, oremos para que Dios Padre de la Misericordia perdone a aquellos que cometieron este terrible acto”.
Llamado a la justicia
Sostuvo, que le toca a la justicia dominicana actuar conforme a la ley para que este caso no corra la mala suerte de otros.
En sus palabras también el obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís expresó su agradecimiento al ministro de Interior y Policía, Jesús Vázquez, por su compromiso en la búsqueda de los culpables. Inmediatamente fue informado del tan doloroso suceso disponiendo de un cuerpo policial de investigación para encontrar prontamente a los responsables.
“Gracias al cuerpo de investigación del DICRIM y la cooperación del Sector La Esperanza de los Alcarrizos una parte de los ladrones ya están apresados”.
Manifestó que los supuestos asesinos también tienen familias que pueden estar sufriendo, por lo que pidió orar por ellas, para que encuentren consuelo y comprensión en estos momentos difíciles.
Agregó que este trágico evento debe ser un llamado a la acción. Por lo que instó al gobierno dominicano a fortalecer iniciativas como el programa Barrio Seguro; proveyendo recursos para la orientación y apoyo psicosocial en comunidades vulnerables. Indicando que es necesario una mayor intervención con profesionales de la conducta y trabajadores sociales.
Monseñor entiende que la mayor parte de los criminales provienen de entornos donde falta la orientación y el amor familiar.
“Si la partida de nuestro hermano Ramón Emilio puede ser el catalizador para la paz en su comunidad, entonces su vida y su muerte no habrán sido en vano. Que su recuerdo nos impele a trabajar incansablemente por un mundo más justo, seguro y amoroso”.
Expresó su agradecimiento a la comunidad nacional y local por la solidaridad que ha recibido la familia De la Cruz Baldera.
“Agradezco la presencia y el apoyo de mis hermanos obispos, sacerdotes, autoridades civiles y militares, y a todos ustedes, amigos y pueblo de Dios, en este momento de dolor”, expresó.
La celebración en memoria al asesinado hermano del obispo fue presidida por monseñor Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez, y con la presencia del obispo emérito Jesús María de Jesús Moya, obispo Jesús Castro Marte, sacerdotes, diáconos, autoridades de la provincia Duarte y con la asistencia de cientos de personas que acudieron a expresar sus condolencias al prelado católico y su familia.
NARCISO ACEVEDO
