Opinión

¿Por qué los norteamericanos recomiendan no venir al país?

POR FELIPE CIPRIAN.- A la 1:02 de la tarde de an­teayer, el De­partamento de Estado de Estados Unidos distribuyó a sus ciudadanos un men­saje de alerta para que no viajen a República Domi­nicana porque según sus Centros para el Control y la Prevención de Enferme­dades (CDC), “hay un ni­vel muy alto de Covid-19 en el país”.

Leí el mensaje una y otra vez y decidí indagar por qué “los americanos” afirman que en el país hay tanto Covid que recomien­dan a sus ciudadanos no viajar para evitar el riesgo de enfermar y creo que va­le la pena observar cómo se está enfrentando el vi­rus aquí y cómo persiste la infección.

El mensaje fue directo
Aunque el mensaje distri­buido por la embajada de Estados Unidos circuló en­tre ejecutivos de la prensa nacional, ningún periódi­co se hizo eco de esa infor­mación y por tanto, com­parto la esencia de esa noticia:

“República Dominicana – Nivel 4: No Viajar

“No viaje a República Dominicana debido al Co­vid-19.

“Lea la página sobre el Covid-19 del Departamen­to de Estado antes de plani­ficar cualquier viaje interna­cional.

“Los Centros para el Con­trol y la Prevención de En­fermedades (CDC) emitie­ron un Aviso de Salud para Viajes de nivel 4 para la Re­pública Dominicana debido al Covid-19, lo que indica un nivel muy alto de Co­vid-19 en el país.

“Visite la página de Co­vid-19 de la Embajada pa­ra obtener más información sobre el Covid-19 en la Re­pública Dominicana”. Fin del mensaje.

Para que Estados Unidos alerte a sus ciudadanos de no viajar a la República Do­minicana porque hay “un nivel muy alto de Covid-19 en el país”, tienen que dis­poner de buena informa­ción que no está al alcance del común de los mortales.

Como yo no tengo esa in­formación, revisé los boleti­nes del Departamento de Epi­demiología del Ministerio de Salud de la última semana con los datos del comporta­miento del virus entre el miér­coles 14 y el miércoles 21 de este mes, para ver qué hay de interés en ellos.

Pocas pruebas Covid
Del boletín 392 divulgado el jueves 15, al 399 emiti­do ayer, se extrae que en siete días solo se han hecho 21,782 pruebas diagnósti­cas, equivalentes a 3,111 pruebas diarias en una po­blación de más de 10 millo­nes de dominicanos.

Pero en ese escaso nú­mero de pruebas, en una semana se diagnosticaron 3,296 casos positivos, igual a 470 casos diarios, lo que coloca la positividad del pe­ríodo en un promedio dia­rio de 15.10 por cada 100 muestras analizadas.

Es un nivel muy alto de circulación del virus y la posibilidad de contagiarse también es elevada.

En esos siete días murie­ron 36 pacientes que esta­ban internos por Covid-19, lo que da un promedio de 5.1 muertes diarias, mien­tras que la ocupación de camas UCI y el uso de ven­tiladores crecieron porcen­tualmente varios puntos.

Con esos niveles de posi­tividad y esa baja cantidad de muestras procesadas, las autoridades han elimina­do el toque de queda, hay un relajamiento de las me­didas de prevención que la población celebra para go­zar hoy e infectarme ma­ñana y los escándalos y ti­roteos en fiestas hasta la madrugada se reseñan en la prensa con mucha fre­cuencia.

A ese ritmo, “los ameri­canos” saben muy bien que el Covid está ganando te­rreno aquí y que con lo que hacen las autoridades no es suficiente para contenerlo.

¿Qué hacen las autori­dades contra el Covid?
Esencialmente dos cosas: atender pacientes críticos en los hospitales y gestio­nar y aplicar vacunas, que aquí y en todo el mundo están en el nivel de experi­mentación porque son nue­vas y nadie sabe todavía cuáles son sus efectos posi­tivos para proteger del vi­rus ni los negativos para la salud de las personas.

Cuando el gobierno in­formó hace dos semanas que reduciría la cobertura oficial de las pruebas PCR para confirmar diagnósti­cos de Covid y que en cam­bio lo haría con los antíge­nos, delató su intención de bajar su compromiso con el combate al virus, lo que de paso permite moderar los números que revelan la cantidad real aproximada de infectados y presentar al país “prácticamente sano” y listo para normalizar todas sus actividades.

Los especialistas se en­cargaron de hablar cla­ramente de que la única prueba de laboratorio con­firmatoria del virus que provoca el Covid-19 es la PCR y que las demás apor­tan indicios de la no pre­sencia, la existencia presen­te o pasada del virus, pero no tienen valor diagnóstico definitivo.

No hay dudas de que en el país hay una circulación comunitaria del coronavi­rus y no hay un solo muni­cipio libre de casos positi­vos y mucho menos aislado de los principales focos acti­vos de contagio.

Focos más activos
Esos focos son el Distri­to Nacional, donde se han diagnosticado 76,921casos de Covid-19 y han falleci­do 531 pacientes; provin­cia Santo Domingo, que es la periferia del Distrito Na­cional, con 53,282 casos positivos y 665 muertes; Santiago, con 28,592 enfer­mos registrados y 561 falle­cimientos, y la provincia La Altagracia, con 9,491 infec­tados y 71 muertos.

A pelear limpio
Ya se ha dicho que al Co­vid-19 no se le puede ha­cer trampas para vencerlo, que hay que combatirlo en regla, de lo contrario segui­rá hundiendo la cabeza so­lo para sacarla nuevamente con una ola pérfida y mor­tal que obliga a desandar sobre los ardides de quie­nes intentan engañarlo.

Ahí están países con in­mensos recursos de todo tipo como Estados Unidos, Brasil, algunos de Europa, India… que han relajado las medidas por presión de grupos sociales o econó­micos y cuando más entu­siasmados estaban con su nueva “normalidad”, los sorprendió un tsunami de casos provocados por va­riantes nuevas del virus.

Para controlar el virus hay que saber con preci­sión dónde está infectan­do, en qué magnitud y lue­go golpear con todos los recursos curativos y pre­ventivos para aislarlo y do­minarlo como hicieron los chinos en Wuhan en di­ciembre de 2019 y enero de 2020.

Eso es lo que ha permi­tido a China disfrutar hoy de un crecimiento de 18% de su producto en el pri­mer trimestre de este año.

Para lograr eso hay que hacer pruebas masivas gratuitas y de fácil acceso para la población, no res­tringirlas, ni ponerlas difí­ciles, porque si bien la in­fección viral es personal y familiar, las consecuencias sanitarias son sociales y nacionales, y afectan a to­da la sociedad.

Curar y vacunar es im­portante y ahí el gobierno lo está haciendo bien, pe­ro si baja las pruebas e ig­nora la magnitud de la in­festación en el país, no se sabe cuándo habrá barrios o ciudades dominicanas li­bres de Covid-19.

Redacción

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